Estamos en un nivel en donde
nuestros egresados son personas que se enfrentan con numerosos cambios
físicos y psíquicos, que están construyendo su propia identidad, su
propio sistema de valores. Que se encuentran consolidando su
personalidad.
Para ello es necesario que la escuela les brinde herramientas,
conocimientos que ayuden a los/as jóvenes a transitar este camino de
construcción de su identidad y de inserción en el mundo del adulto.
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